Ahora con la crisis están proliferando los establecimientos
low-cost, y todo esto está generando mucha polémica entre los empresarios y
consumidores.
¿Cómo es posible que en unos establecimientos se vendan los mismos
productos con unos precios muy por debajo que la competencia?
Y con esto nos vamos a las cañas a 40 céntimos como se pueden
encontrar en el Mercado Provenzal, por poner un ejemplo, y en este caso, no parece ser
un reclamo para cobrarte más por otros productos, es que todo tiene unos
precios inferiores a lo que estamos acostumbrados.
De ojo te puede salir, que el resto de establecimientos
están cobrando mucho por una caña, pero no creo que un bar normal pueda
permitirse esos precios, ¿o si?
Y si se pueden pagar esos precios por una caña, ¿por qué
pagamos entonces 4€ por una artesana hecha dos calles más debajo de donde
vives?
Me gustaría que dieseis vuestras opiniones porque a mí me
gusta pagar lo justo por lo que consumo, y últimamente me estoy haciendo un
lío.